skip to Main Content

Nuevo estudio para involucrar a más minorías en las pruebas genéticas

Dr. Nicolette Rodriguez at work
No es ningún secreto que los ensayos de investigación tienen un problema para inscribir a participantes. Un ejemplo son los ensayos clínicos sobre el cáncer.

Las estimaciones de un estudio publicado en 2018 muestran que alrededor del 25 % de los ensayos sobre el cáncer no logran cumplir los objetivos de inscripción y alrededor del 18 % de los ensayos se cierran porque inscriben a menos de la mitad de los participantes que necesitan después de tres años o más. Tampoco es ningún secreto que los pacientes que se inscriben en estos ensayos son en su inmensa mayoría de raza blanca y tienen un seguro privado.

El cáncer de páncreas no es una excepción a estas estadísticas preocupantes. Un estudio publicado en Gastroenterology por investigadores de Virginia Commonwealth University (VCU) Massey Cancer Center y la University of Florida Health muestra que los estadounidenses negros, hispanos, indígenas y asiáticos siguen estando notablemente ausentes de los ensayos clínicos sobre el cáncer de páncreas.

Esta es una era en la que los perfiles moleculares y la medicina personalizada ocupan un lugar central en la investigación del cáncer de páncreas. Un estudio (que ya no inscribe a participantes) denominado GENERATE, abreviatura en inglés que significa educación genética, evaluación del riesgo y “testing” o pruebas, está dirigido a personas sanas con un familiar al que se le ha diagnosticado cáncer de páncreas. Su objetivo es enseñar a las personas sobre su riesgo de padecer cáncer de páncreas, hacer que aprendan sobre las pruebas genéticas y sus beneficios, y luego ayudarles con el proceso de pruebas genéticas si deciden seguir adelante. El diseño del estudio tiene un fuerte componente remoto “en línea”, lo que lo hace extremadamente accesible para los participantes de todo Estados Unidos.

A diferencia de muchos estudios, GENERATE cumplió con su objetivo de inscripción a pesar de haberse realizado durante la pandemia de COVID-19. Además, la inmensa mayoría de los participantes se sometieron a pruebas genéticas, con una aceptación del 90 por ciento. Sin embargo, el estudio tampoco logró inscribir a miembros de comunidades históricamente marginadas, incluidos participantes negros, latinos, de origen asiático e isleños del Pacífico, así como nativos americanos o nativos de Alaska.

“Estábamos encantados de cumplir los objetivos de inscripción, pero menos emocionados con el bajo número de grupos históricamente marginados inscritos”, dice Nicolette Rodríguez, M.D., M.P.H., líder del proyecto de un nuevo estudio llamado REGENERATE, abreviatura que significa equidad racial/étnica en educación genética, evaluación del riesgo y “testing” o pruebas.

Ese nombre ingenioso no es una coincidencia. “REGENERATE surge del increíble trabajo que se realizó con el estudio GENERATE”, dice Rodríguez, becaria de gastroenterología en el Brigham and Women’s Hospital de Boston así como becaria de investigación posdoctoral en la Division of Cancer Genetics and Prevention at Dana-Farber Cancer Institute (Boston), bajo la tutela de Sapna Syngal, M.D., M.P.H., investigadora principal de los estudios REGENERATE y GENERATE.

Rodríguez agrega: “El cáncer de páncreas es una enfermedad horrible. Pero es bien sabido que, para los afroamericanos, la tasa de incidencia y mortalidad del cáncer de páncreas es más alta que en cualquier otro grupo racial o étnico en los Estados Unidos. Las comunidades afroamericanas y latinas también tienen tasas más bajas de resección quirúrgica y tasas de supervivencia más bajas en comparación con las poblaciones de raza blanca.

“Aproximadamente 1 de cada 10 pacientes con un diagnóstico de cáncer de páncreas tiene una alteración genética asociada a un mayor riesgo de cáncer de páncreas u otros tipos de cáncer, por lo que si los familiares se enteran de que pueden correr el riesgo de padecer cáncer de páncreas u otros tipos de cáncer, tienen más oportunidades de actuar. El objetivo es interceptar a las personas que están en riesgo de padecer la enfermedad lo antes posible. Las poblaciones históricamente marginadas están dejando pasar estas oportunidades, y nuestro objetivo es averiguar por qué y luego cambiar esa dinámica”.

Sobre el estudio

Las pautas nacionales recomiendan que todos los pacientes que padecen cáncer de páncreas se sometan a pruebas genéticas para detectar mutaciones hereditarias. También se recomienda a los familiares de primer grado (hijo, padre o hermano) de alguien a quien se le diagnosticó cáncer de páncreas que se sometan a pruebas genéticas para determinar el riesgo hereditario si se descubrió que su familiar tiene una mutación o si se desconocen los resultados.

“Entre las comunidades negras y latinas existen algunas barreras importantes que dificultan el acceso a los servicios”, dice Rodríguez. “Las pruebas genéticas pueden ser aterradoras y confusas para cualquiera, lo que hace que la comunicación eficaz sea aún más importante. También debemos ser conscientes de que existe una larga historia de desconfianza médica fundada entre estos grupos”.

El estudio REGENERATE utilizará los principios de la investigación participativa basada en la comunidad e invitará a las principales partes interesadas a involucrarse en cada fase del estudio. Esto incluye grupos de sondeo entre personas negras y latinas, y líderes comunitarios negros y latinos a través de una plataforma de videoconferencia. Estos grupos de sondeo ayudarán a evaluar el conocimiento, la concienciación y los obstáculos y facilitadores percibidos (factores que impiden el acceso o lo hacen más fácil) para acceder a los servicios de pruebas genéticas y detección del cáncer. Los grupos también ayudarán a los investigadores a evaluar las opiniones sobre la educación genética, las pruebas genéticas y la detección/observación del cáncer de páncreas. Además, el equipo investigará la percepción de los participantes sobre sus conocimientos de Internet para acceder a información de salud, la percepción de la preocupación/el riesgo de cáncer y el nivel de desconfianza médica.

En la primera fase, los participantes recibirán una compensación de $50.00 después de responder todos los cuestionarios y participar en un grupo de sondeo. Los participantes de la segunda fase también recibirán una compensación de $50.00 después de finalizar la entrevista individual de pruebas de facilidad de uso y de completar el cuestionario posterior a la entrevista.

“Nuestro enfoque virtual funcionó para los participantes blancos, por lo que la verdadera pregunta es por qué no funcionó para las poblaciones históricamente marginadas y cómo podemos hacerlo mejor”, dice Rodríguez. “Queremos promover la confianza y hacer frente a las barreras que incluyen la concordancia lingüística, faltar al trabajo, problemas de desplazamiento y las finanzas que podrían impedir que alguien se uniera a un estudio.

“Pero como investigadores, también debemos asumir la responsabilidad y adaptar lo que sea necesario en la investigación para ayudar a mejorar el acceso a la atención. Por ejemplo, tener materiales de estudio representativos y un personal de investigación diverso. Si vamos a avanzar, debemos ir al encuentro de las personas allí donde están”.

El estudio REGENERATE está financiado por Pancreatic Cancer Action Network (PanCAN). Si está interesado en participar en grupos de sondeo para este estudio, debe 1) identificarse como de raza negra o latina y tener antecedentes personales o familiares (familiares de primer o segundo grado) de cáncer de páncreas, O bien 2) identificarse como de cualquier raza o etnia y ser un líder comunitario que sirva predominantemente a comunidades negras o latinas. Todos los participantes además deben tener 18 años o más, tener acceso a Internet y vivir en los Estados Unidos.

Como latina de primera generación de ascendencia colombiana y puertorriqueña, Rodríguez no es ajena a los problemas causados por malentendidos médicos entre la población inmigrante. “Recuerdo que un miembro de mi familia tenía programada una operación de colon y la noche anterior a la cirugía, alrededor de la medianoche, estaba comiendo bistec con papas. El inglés no era su primer idioma, y si la cirugía y la preparación del colon se hubieran explicado en español, esto se podría haber evitado.

“Si no se brinda información de una manera que se pueda entender, simplemente no estamos brindando una atención equitativa al paciente. Debemos continuar trabajando para brindar acceso equitativo a la educación genética y estrategias de prevención del cáncer entre las comunidades históricamente marginadas, incluidas las poblaciones negras y latinas en riesgo de padecer cáncer de páncreas”.

Para obtener más información o unirse a un grupo de sondeo, comuníquese con REGENERATE@DFCI.harvard.edu.


Back To Top